Dr. Strange (Doctor Extraño) (2016)

Dr. Strange (Doctor Extraño) (2016)

 

He venido a hacer un trato.

El trato nos lo ofreció Disney hace ya bastante tiempo. La multinacional del entretenimiento nos garantizaba a nosotros, su receptivo y complaciente público, dos o tres entregas anuales, protagonizadas por una importante representación de los personajes que conforman el catálogo marvelita. Una audiencia global abrazó con regocijo tan inaudito aluvión de superhéroes. En la casa del ratón Mickey dieron pronto con la tecla adecuada, pergeñando una fórmula capaz de conquistar los mercados de todo el mundo. Al igual que sucede con la Coca-Cola o el Big Mac, productos estandarizados de sabores reconocibles e ingredientes confeccionados en laboratorio, este nuevo cine agrada y contenta por igual, desde la seguridad de un estudio de mercado de precisión milimétrica. Es esta una experiencia que no amarga ni incomoda al respetable, sencilla y accesible, de deglución grata y fácil digestión. La estrategia de marketing hace el resto. La reinvención del blockbuster como paso previo a un nuevo nivel de explotación cinematográfica: el megablockbuster. La fusión definitiva de tramas paralelas, conectadas y dependientes. En este sentido, “Los Vengadores” fue un experimento (controlado) dotado de los medios suficientes para garantizar un resultado final plenamente satisfactorio; un monstruo de Frankenstein bien financiado. La criatura se logró. La Fase Uno fue todo un hito, ubicado dentro de un entramado mucho mayor: el Universo Marvel. El vasto tinglado que aglutina y constriñe cada película individual, forzando una homogeneización difícil –o imposible– de regatear. Larga vida al molde.

La operación comercial es de un éxito indiscutible y abrumador, no cabe duda. El espectáculo pirotécnico está garantizado. Ambas partes parecen conformes. Ellos recaudando cifras récord en taquilla. Nosotros, acomodaticios y siempre expectantes, aguardamos la nueva dosis con los billetes en la mano. Se percibe una sensación de exigencia casi nula. Un déjà vu se apodera de todos los estrenos Marvel, la sensación de repetición que sólo han conseguido mitigar (en parte) “Guardianes de la Galaxia” y “Ant-Man”. Y por fin llegamos al “Doctor Extraño”, enésima película-presentación de esta era de cine de superhéroes que nos ha tocado presenciar, con todo lo que conlleva tal definición. Un neurocirujano millonario y cabronazo, tan carismático como pagado de sí mismo, sufre un trauma muy jodido que le obliga a replantearse una vida entregada al egoísmo y la egolatría. No es Tony Stark, pero podría serlo. “Iron Man” se hace hechicero. Esta travesía por el desierto narrativo incluye el ineludible e intensivo entrenamiento de cuerpo y mente. El guión es tan sólo un aditivo que actúa de aglomerante entre escenas de acción y bufonadas varias; libreto ligero con una tendencia descontrolada al deus ex machina que produce verdadero sonrojo –aquí vale todo, que para algo trabajamos con magia–. Agregamos a la mezcla una trama apocalíptica de relleno, con el manual presente en todo momento –para no salirse de las líneas al colorear este dibujo pre diseñado–, y un villano desconcertante, de planes absurdos y comportamiento errático (Mads Mikkelsen). Tilda Swinton remata a gol, erigida como figura mesiánica de una caracterización de personajes imposible.

Si no les cautivas, abrúmalos. Este recital caleidoscópico, deudor de la impronta estética de “Origen” (en los ambientes urbanos) y de “Batman Begins” (en la aventura  asiática del Himalaya) –Nolan in the air–, nos procura un show visual espectacular, pero menos sorprendente de lo esperado. La película se entrega con descaro a las intrincadas secuencias de acción donde las sobrecargadas imágenes generadas por ordenador tratan de enloquecer cada nervio óptico del respetable. Las ciudades se pliegan y retuercen, desaparece el arriba y el abajo, el antes y el después; todos ellos conceptos que moran dispersos dentro de una cortina de humo orquestada por un hechizo chufletero –aderezado con la habitual y generosa ración de chistecillos marca de la casa–. Hay que tapar socavones muy grandes. Así pues, aparece de nuevo la coartada del “tranquis, esto forma parte de algo más grande” y el alibí que supone contratar a un director del extrarradio comercial para dar un tono de falsa frescura a un mueble del Ikea. Scott Derrickson se deja en casa su cuadernillo de apuntes fantástico-terroríficos y transita con el piloto automático activado hasta los títulos finales –incluida la última escena poscréditos–. No le queda otra. El esquema aparece tallado en la pared del despacho y las reglas en mayúsculas –has firmado con la Disney, forastero–. La próxima víctima puede ser Taika Waititi. El apunte reconfortante corre a cargo de Michael Giacchino; por fin una partitura con cierta entidad y un tema principal contundente en una BSO Marvel. El resto es vacío argumental, fórmula, repetición y negocio.

Manu Castro
@ManuCastroLSO
(02-11-2016)

 

• Lo mejor: Imaginar un posible duelo de egos entre Strange y Stark.
• Lo peor: Kevin Feige. Su absoluta falta de personalidad.

 

 

Dr. Strange (Doctor Extraño) (2016)

 

Título Original: Doctor Strange | Género: Acción / Aventuras / Fantástico | Nacionalidad: USA | Director: Scott Derrickson | Actores: Benedict Cumberbatch, Chiwetel Ejiofor, Rachel McAdams | Productor: Victoria Alonso, Stephen Broussard, Kevin Feige | Guión: Jon Spaihts, Scott Derrickson, C. Robert Cargill | Fotografía: Ben Davis | Música: Michael Giacchino | Montaje: Sabrina Plisco, Wyatt Smith

 

Sinopsis: De la mano de Marvel llega “Doctor Strange”, la historia del Dr. Stephen Strange, el mundialmente conocido neurocirujano cuya vida no volverá a ser la misma después de que un terrible accidente de tráfico le prive del uso de las manos. La medicina tradicional fracasa con su caso, por lo que se ve obligado a buscar una curación, y también una esperanza, en un extraño lugar: un misterioso enclave conocido con el nombre de Kamar-Taj. No tarda en averiguar que no sólo se trata de una clínica sino que también es la primera línea de una batalla contra fuerzas oscuras e invisibles dispuestas a destruir nuestra realidad. En poco tiempo, Strange, dotado de poderes mágicos que acaba de adquirir, se ve obligado a elegir entre regresar a su vida de privilegios y estatus social o dejarlo todo para defender al mundo convirtiéndose en el mago más poderoso.

 

 

 

 

 

 

Dr. Strange (Doctor Extraño) (2016)

 

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