A Todo Gas 2 (2003)
Comentario
Más de lo mismo, eso es A todo Gas 2, cumple todas las premisas de las secuelas, el mismo espectáculo que en la primera parte pero más grande y más desmesuradamente increíble. Ya desde el principio del film, desde la primera carrera, se atisba el espíritu de toda la película, su ritmo frenético y su alocado desarrollo que da un pequeño margen a la historia y uno tremendamente grande a las carreras, los chistes malos, las chicas despampanantes y todas las marcas de ropa y accesorios para vehículos del mundo. Todo en ATG2 es «guay», muy «cool» como dicen los americanos, el desfile de coches de super lujo, mansiones extraordinarias y un despliegue de toda la clase de ropas y artilugios a la última, además de todos y cada uno de los protagonistas. De la historia poco que contar, casi se podría decir que es un mínimo pretexto para enseñar en pantalla todo lo anterior, de todas formas este hecho es poco reprochable ya que lo que importa en la película son los coches, ellos son los protagonistas indiscutibles y nada les roba la condición de estrellas principales, ni siquiera la pareja protagonista, que también hay que decirlo, está bien y los dos realizan un trabajo meritorio. A quien le gusto la primera parte esta segunda le encantará, aunque se echa de menos la presencia del carismático Vin Diesel, eso si, no busquéis nada profundo en la película, ya que lo único que nos ofrece es diversión y entretenimiento y la capa superficial de pintura metalizada de los flamantes coches.
Manu Castro
@ManuCastroLSO
(20/06/2003)
Título original: 2 Fast 2 Furious |
Género: Acción / Aventuras / Thriller
Nacionalidad: USA
Director: John Singleton
Actores: Paul Walker, Tyrese, Eva Mendes
Productor: Neal H. Moritz
Guión: Michael Brandt, Derek Haas
Fotografía: Matthew F. Leonetti
Música: David Arnold, Kaseem Dean, Ludacris
Montaje:
Sinopsis: Es comida para el hambriento. Una panacea para el inquieto, un chute infalible para todo el que se sienta atraido por el peligro. Es algo adictivo, algo que quema a los corredores que tienen que abandonar y les hace sentirse atrapados en una vida vivida a cámara lenta… Suplicando otra carrera. Es la velocidad. Y es fácil de conseguir. No hay más que hacerse con un vehículo de altas prestaciones. Brian O’Connor, un policía caído en desgracia, fue un adicto a la velocidad, y ahora está pagando un precio por ello. Tal y como lo ven sus antiguos jefes y los altos mandos del FBI, este agente de incógnito les echó a perder una de las investigaciones más importantes que habían emprendido. Al ver sus distintas lealtades puestas a prueba tras haberse infiltrado en el mundo de las carreras clandestinas nocturnas de Los Angeles, O’Connor destapó su identidad y dejó huir al jefe de una banda criminal. Su decisión le permitió conservar el honor, pero le hizo perder su insignia y toda posibilidad de rehabilitación.
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