El Ataúd (La Caja Oblonga) (1969)
Saldando deudas de sangre.
En 1965, “La Tumba de Ligeia” puso fin al ciclo de películas de Roger Corman basadas en relatos de Edgar Allan Poe. Un lustro de títulos de terror que fusionaban el romanticismo y la atmósfera gótica propias de la obra del popular escritor nacido en Boston. El cine de serie B se nutrió de estos cuentos perversos y macabros, conformando un estilo que prevalecería más allá de dicha etapa. Por aquel entonces, la American International Pictures (AIP) se había especializado en este tipo de films y contaba con un equipo artístico y técnico que se desenvolvía con soltura en tan sombrío género. Gordon Hessler fue uno de los cineastas que tomó el relevo de Corman, y en 1969 se puso tras las cámaras para dirigir la cinta que nos ocupa: “La Caja Oblonga” –también conocida como “El Ataúd”–. De hecho, este segundo título es bastante más acertado ya que, a pesar de lo sugerido por la publicidad de la producción, este film no se basa en ningún cuento de Poe; poco tiene que ver con él, más allá de la presencia de un ataúd y un sujeto que cubre su rostro con una máscara roja. Por supuesto, su trama no narra los sucesos descritos en “La Caja Oblonga” –donde el extraño matrimonio Witts viaja con una caja de pino a bordo de un navío de vela que sufre un naufragio–, ni con los de “Un Entierro Prematuro” o “La Máscara de la Muerte Roja”, adaptados ambos por Corman. Cosas del marketing, supongo.
Añorando el pasado, intentando repetir la fórmula. Por desgracia, la calidad de las producciones cayó en picado, siendo esta una de las menos desastrosas de las filmadas tras la marcha de Corman. En esencia se trata de una sangrienta aventura de venganza. Arranca la película en una remota región de África, en un poblado perdido. Allí somos testigos de un extraño ritual de magia negra y chamanismo. La nota exótica es tan sólo un detalle y el plan de revancha, ridículo en concepción y desarrollo, resulta ser una chorrada mayúscula que se descompone por momentos. Poco más que analizar sobre un argumento de una simpleza sorprendente, en el que están presentes algunos de los tópicos habituales en la serie B de aquella época: ladrones de tumbas, burdeles, escotes, estrangulamientos, decapitaciones, gore primigenio (en este caso haciendo uso de una de las sangres falsas más cutres que yo haya contemplado jamás) y la perenne niebla británica. La ambientación es el punto fuerte de la propuesta. Vincent Price, Christopher Lee y Hilary Heath (como Hilary Dwyer) actúan de reclamo, competentes como siempre los dos primeros, más limitada a nivel interpretativo esta última. “La Caja Oblonga” ofrece lo suficiente para contentar al público habitual de este tipo de cine, no así a una audiencia más general.
Manu Castro
@ManuCastroLSO
(03-11-2016)
• Lo mejor: La presencia en pantalla de Vincent Price.
• Lo peor: Su simpleza narrativa y los agujeros en el guión.
Título Original: The Oblong Box | Género: Terror | Nacionalidad: Gran Bretaña | Director: Gordon Hessler | Actores: Vincent Price, Christopher Lee, Rupert Davies | Productor: Pat Green, Gordon Hessler, Louis M. Heyward | Guión: Lawrence Huntington, Christopher Wicking | Fotografía: John Coquillon | Música: Harry Robertson | Montaje: Max Benedict
Sinopsis: Un terrible accidente desfigura la cara de Sir Edward, un aristócrata británico. Su hermano decide encerrarlo, como un prisionero, en una de las torres de su mansión, pero Sir Edward se escapa y en venganza comienza a cometer horrendos crímenes en la ciudad.
Último visionado: 09/07/2024 (Blu-Ray)