Flashback: The Quest for Identity (1992)
En el futuro, en busca del pasado.
Arranca “Flashback” (o “Flashback: The Quest for Identity”) con una escena de vídeo que parece sacada de una película de acción y ciencia-ficción realizada en Hollywood. Un joven escapa del ataque de un grupo de enemigos conduciendo a toda velocidad una moto voladora. La persecución continúa hasta que lo derriban de un certero disparo. Agarrado al futurista vehículo, nuestro protagonista se precipita al vacío y termina por colisionar en la superficie de un extraño planeta. Cuando recupera la consciencia, Conrad B. Hart –así se llama el muchacho– no sabe quién es ni dónde está; su dañada memoria lo ha olvidado todo. En medio de una jungla desconocida, el primer paso será encontrar el holocubo que Conrad perdió al incorporarse. Este artefacto nos da ciertas pistas de lo que está sucediendo; es el propio Conrad quien se advierte a sí mismo que corre un grave peligro, a través de una grabación al más puro estilo “Desafío Total”. Nuestro objetivo es llegar hasta una ciudad de La Tierra para encontrarnos con un viejo amigo… mientras recopilamos pistas sobre nuestra identidad y el pasado que hemos perdido.
No tardaremos en descubrir que en realidad somos un agente del Galaxia Bureau of Investigation. Pero lo peor de todo es la espantosa revelación que ha puesto precio a nuestra cabeza: un siniestro plan alienígena que pretende erradicar toda vida humana de la galaxia. Serán estos seres extraterrestre nuestros más despiadados enemigos a lo largo de esta aventura, un videojuego de acción y plataformas que sigue los pasos de “Blackthorne”, “Prince of Persia” y, sobre todo, del anterior proyecto de Delphine Software, el aclamado “Another World” de Éric Chahi (en el uso de gráficos vectoriales y animaciones rotoscópicas). “Flashback” no introduce ninguna mecánica jugable destacada con respecto a otros plataformas de la época, pero ha conseguido trascender gracias a un cuidado apartado artístico (a nivel gráfico fue todo un impacto, incluidas las animaciones de los personajes) y una trama adictiva que conjuga de manera ejemplar la exploración y los tiroteos con dificultosos rompecabezas. Además de la emblemática fase de la selva, que todo el mundo asocia con este título, el juego cuenta con un total de siete niveles que incluyen entornos urbanos, pasajes subterráneos, laboratorios y mundos extraterrestres.
No se trata de un plataformas lineal; para resolver los numerosos acertijos que nos plantea el juego debemos explorar a fondo cada nivel. Conrad puede interactuar con multitud de objetos dispersos por unos escenarios repletos de detalles. Tarjetas y llaves, NPCs que nos encomiendan tareas… todos ellos serán indispensables para poder avanzar. Para defendernos de los innumerables peligros (soldados, agentes, robots, artilugios letales de todos tipo…) contamos con una pistola de balas infinitas, que podemos disparar de pie o en cuclillas, y un escudo de energía recargable. Si perdemos esta protección o calculamos mal un salto, estamos muertos. El juego hace uso de un sistema de checkpoints –la distancia entre puntos de guardado se antoja demasiado grande– y cuenta con passwords para acceder a cada nivel. Las secuencias de vídeo le dan un toque cinematográfico a la propuesta, con abundantes referencias visuales a “Blade Runner”. Estas cutscenes aumentan la inmersión dentro de una trama respaldada por la estupenda banda sonora de Jean Baudlot, compositor también de “Another World”; sus melodías sólo suenan en momentos puntuales para enfatizar el sentimiento de desamparo y la soledad del protagonista.
Programado en un primer momento para Commodore Amiga, más tarde sería portado a multitud de plataformas, incluyendo Sega Mega Drive, Mega CD, Panasonic 3DO, Philips CD-I, Atari Jaguar y la Super Nintendo; contó además con versiones para PC, Macintosh, FM Towns y PC98 series. Al frente el proyecto se encontraba Paul Cuisset, jefe de diseño de la división de videojuegos de Delphine Software y co-director de la compañía francesa junto a Paul Senneville. Tras trabajar en un puñado de aventuras gráficas, Cuisset, que le había dado libertad total a Éric Chahi en el desarrollo de “Another World”, se centró en su propio videojuego de acción y plataformas. Pese a las evidentes similitudes con “Another World”, Chahi no participó en un proyecto que contó con la colaboración de US Gold y KL Producciones (Kevlar Danger-Kevin Lang). Por diseño, jugabilidad, ambientación y trama, “Flashback” fue un referente es su época, y hoy día, veinticinco años después de su lanzamiento, está considerado un título fundamental de la historia de los videojuegos (sin duda lo es).
Manu Castro
@ManuCastroLSO
(26-08-2017)
• Lo mejor: Fue vanguardia absoluta.
• Lo peor: Excesiva dificultad en algunos momentos.
¿Sabías que…? Existe una secuela titulada “Fade to Black”, producida por Delphine Software en 1995 para PC y Playstation. El juego abandona el modelo de plataformas en scroll lateral para centrarse en una aventura de acción en tres dimensiones. Por desgracia, este título tiene una calidad discutible y no obtuvo el éxito esperado. Una tercera parte, “Flashback Legends”, estuvo en desarrollo (en colaboración con Adeline Software International) hasta 2002, momento en que Delphine Software quebró. En 2013 se estrenó una remake del juego original. En esta nueva versión se sustituyeron las escenas de vídeo por otras en forma de viñetas.
Título Original: Flashback: The Quest for Identity | Género: Acción / Aventuras / Ciencia Ficción | Nacionalidad: Francia | Director: Paul Cuisset | Actores: – | Productor: Kevlar Danger-Kevin Lang | Guión: Paul Cuisset | Música: – | Plataforma: Amiga, Atari ST, Apple IIGS, DOS, PC, 3DO, Mega Drive, Mega-CD, FM Towns, CD-I, Atari Jaguar, Super Nintendo | Desarrollador: Delphine Software Interactive
Sinopsis: Es el año 2142. Estamos detrás de la piel de Conrad B. Hart, un hombre que ha perdido su memoria. Apenas ha escapado de unos alienígenas hostiles, la aero-moto de Conrad se estrella en un planeta desconocido, encontrándose desamparado en medio de una jungla. Así comienza la lucha por su supervivencia y por recuperar su identidad perdida.
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