Marte (2015)
Náufrago espacial.
Ridley Scott envuelve con una mimada cobertura de grandilocuente espectáculo visual y precisión científica el naufragio sideral de Andy Weir, odisea hiperrealista que, en su versión cinematográfica, se abandona con descaro y alegría a la minuciosidad y la adicción por los detalles técnicos de una probable misión tripulada a Marte. Las naves, el hábitat artificial sobre la superficie marciana, el despliegue de artilugios destinados a sustentar la vida en tan inhóspito planeta, todos ellos artefactos ideados por la fuerza de la inventiva humana que toman las riendas de una narración de belleza un tanto aséptica; aventura de supervivencia y aislamiento sometida a la recreación digital del verdadero y fundamental protagonista de la cinta: la perturbadora desolación del planeta rojo.
Matt Damon interpreta con suficiencia todo el tesón de su personaje, astronauta inasequible al desaliento (quizá sea este el elemento menos atractivo de la propuesta, un sujeto aislado de todo y todos que nunca se rinde y al que no vemos desfallecer, ni dudar, en momento alguno) reconvertido accidentalmente en proto-héroe improbable de ingenio infatigable y recursos ilimitados que hace frente a la adversidad con una mueca cómica en el rostro y un chistecillo gracioso en los labios, mientras espera paciente la reacción de sus congéneres en La Tierra, un puñado de almas cándidas, grupo sin fisuras éticas o morales, que recrea un baile frenético para intentar salvar su vida, la reputación profesional y la imagen de la agencia espacial ante la parte del planeta con acceso a agua corriente y supermercados abastecidos de patatitas; audiencia de ojos compasivos que mira con adoctrinada preocupación al naufrago, mientras atiende a un despliegue mediático que les arranca, por un instante, de una vida monótona e indolente, donde la exploración del cosmos representa infinitamente menos para su insulso devenir vital –describiendo órbitas alrededor del Sol–, que las sandeces del reality televisivo más popular del momento.
“Marte” actúa entonces, durante la preparación de la misión de rescate, de pulcro anuncio corporativo en favor de la carrera espacial y la financiación de operaciones de escala desmedida que hagan avanzar a la humanidad por el camino del progreso científico, todo ello rodeado de un estudiado halo de bienintencionado buen rollo internacional; marketing que roza la propaganda más burda en el momento en que los chinos se avienen a colaborar con la NASA, dejando al margen secretos militares y rivalidades pasadas, todo ello para traer de vuelta a la madre Tierra a todo un estandarte de la raza humana; un Robinson Crusoe menos solitario, desvalido y desesperado de lo que cabría esperar, apoyado en ese Viernes marciano que adopta la forma de transmisiones interplanetarias de intensidad y emoción crecientes.
Manu Castro
@ManuCastroLSO
(10-11-2015)
• Lo mejor: Marte, abrumador. El apartado visual, magnífico.
• Lo peor: No transmite soledad ni temor. El buenismo de la segunda mitad y la colaboración con los chinos.
Título Original: The Martian | Género: Acción / Aventuras / Ciencia Ficción | Nacionalidad: USA | Director: Ridley Scott | Actores: Matt Damon, Jessica Chastain, Kristen Wiig | Productor: Mark Huffam, Simon Kinberg, Michael Schaefer | Guión: Drew Goddard, Andy Weir | Fotografía: Dariusz Wolski | Música: Harry Gregson-Williams | Montaje: Pietro Scalia
Sinopsis: Durante una misión tripulada a Marte, el astronauta Mark Watney es dado por muerto después de una tormenta y abandonado por el resto de la tripulación. Pero Watney ha sobrevivido y se encuentra atrapado y solo en este planeta hostil. Con escasos suministros, el astronauta deberá recurrir a su ingenio para lograr comunicarse con la Tierra.
Último visionado: 10/11/2015 (Cine) | 08/12/2023 (4K – VOSE)