Pacific Rim (2013)

Publicado por La Sala Oscura el 29/03/2016 en Cine | 0 comentarios

Monstruos contra monstruos.

Hace casi 40 años del estreno del primer blockbuster moderno, ese fenómeno que generó beneficios récord arrastrando a las salas de cine a millones de fans entusiastas con ganas de ver el “Tiburón” de Spielberg. Cuatro décadas después, algunos auguran el fin de ese formato, justificando sus pesimistas interpretaciones con la cada vez más habitual sucesión de fracasos económicos (exceptuando el cine de superhéroes) de esas mastodónticas producciones necesitadas de una recaudación estratosférica inmediata. Yo no comparto esa agorera previsión, pero entiendo que cada año resulta más complicado toparse con una superproducción preparada para colmar nuestras expectativas de entretenimiento y calidad. Es por eso que “Pacific Rim” constituye una agradable sorpresa estival.

Reducir esta producción a una mera sucesión de kaijus y mechas partiéndose apocalipticamente la cara sería un análisis injusto hacia un proyecto satisfecho de poner en danza unos medios impresionantes, tremendamente orgulloso a la hora de exhibir todo su potencia visual y consciente de su vocación de maravilla asombrosa. Guillermo del Toro orquesta un electrizante duelo de titanes, un bombardeo digital por saturación que deja muy atrás a las secuelas de “Transformers”. El mexicano propone una aventura que consigue hacernos abrir la boca de pura perplejidad, a la vez que logra conmovernos de una manera primitivamente lúdica. Pelos de punta con los colosales jagger en defensa de la raza humana. Tremenda la banda sonora de Ramin Djawadi, con un tema principal que impacta en nosotros con más fuerza que los puñetazos mecánicos de los inmensos robots. Amor incondicional al diseño de los kaijus, maravillosos, y al mezquino traficante de fetiches alienígenas interpretado por Ron Perlman.

“Pacific Rim” es un fiestón hiper divertido, una brutal sucesión de destructivos combates que cautivan la imaginación y apelan a la nostalgia de una generación que creció adorando las películas de monstruos y disfrutando de los “Robot Jox” de Stuart Gordon. Pura y honesta diversión, compendio de todas las virtudes de los grandes espectáculos hollywoodienses, del espíritu naif del cine de monstruos japonés de la era Showa y la esencia rupturista de la era Heisei. Todo un atracón de parque de atracciones que sube al ring a unos engendros capaces de competir con las criaturas más locas surgidas del catálogo de los estudios Tōhō y la productora Daiei. En definitiva, un kaiju eiga modélico dedicado a la memoria de Ray Harryhausen e Ishiro Honda.

Manu Castro
@ManuCastroLSO
(09-08-2013)

• Lo mejor: Lo ingenuo y desmedido del asunto. El jagger comunista. El vendaval de ocurrencias.
• Lo peor: Intentar buscarle tres pies al gato (o al kaiju).

Película recomendada en el episodio 20 de “La Sala Oscura (El Podcast)” – Escúchalo aquí.

Sinopsis: Los Kaijus son unas criaturas monstruosas que empiezan a surgir del mar. Para combatirlos, se crea un arma especial: los Jaegers, unos enormes robots que son controlados simultáneamente por dos pilotos, cuyas mentes están conectadas a través de un puente neuronal. Pero hasta los Jaegers se muestran indefensos frente los implacables Kaijus. Al borde de la derrota, las fuerzas que defienden a la humanidad se ven obligadas a recurrir a dos insólitos héroes: un ex piloto y una novata sin experiencia. Juntos representan la última esperanza de la humanidad frente al apocalipsis.