Reino en ruinas. No soy un gran fan de la primera película de “Black Panther”, pero comparada con la cinta que nos ocupa aquella propuesta me parece una aventura colosal. Marcada por la tragedia, esta secuela, además de muy bajonera (más allá incluso de su exagerado y alargadísimo tono fúnebre), nos plantea una trama tan aburrida como intrascendente. Es cierto que la ausencia de Chadwick Boseman es un hueco imposible de llenar, pero Ryan Coogler se ve incapaz de montar un espectáculo medianamente entretenido y se queda atado al bucle en el que se convierte el homenaje al...