Guerra en ciernes. Nos reencontramos con Kratos y Atreus en pleno Fimbulwinter (Fimbulvetr), el preludio del Ragnarök, y en medio de una aventura continuista en cuanto a talante narrativo y mecánicas de juego. En esta ocasión, visitaremos reinos ya conocidos y otros en los que aún no habíamos puesto el pie (hay escenarios de una belleza sobrecogedora). La odisea que nos plantea esta entrega es puro entretenimiento y espectáculo de principio a fin. A nivel técnico luce estupendo y asombroso. Si os gustó el “God of War” de 2018 esta secuela no os va a defraudar. Manu Castro...

  Perseguido por la guerra. Seis meses después de asesinar a su esposa e hija, tras vender su alma a Ares, Kratos sufre el castigo de las tres furias por violar su juramento de sangre con el Dios de la guerra. Cautivo en una cárcel construida en el cuerpo de Egeón el Hecatónquiro, el espartano aprovecha un error de Megara para huir de tan infame prisión. La aventura por liberarse de sus cadenas, y tratar de redimir sus crueles actos del pasado, nos llevará hasta el Oráculo de Delfos, al puerto de Kirra y a Delos, a los pies...