Comentario Robert Fuest escribe (junto a Robert Blees) y dirige una secuela bastante menos divertida y bizarra que la primera entrega (“El Abominable Doctor Phibes”, 1971). La aventura egipcia del Dr. Phibes, que en realidad se rodó en Ibiza, es más bien flojita. Esta segunda andanada de crímenes perpetrados por el infame doctor, que ya ni siquiera es una imaginativa venganza, no resulta demasiado estimulante. Cabe señalar que la American International Pictures valoró la posibilidad de introducir al Conde Yorga (“Conde Yorga, Vampiro”, 1970) como adversario del abominable Dr. Phibes, pero al final Robert Quarry apareció en este...