Colegas de mamporros. Legendary sigue los desinhibidos pasos de la productora Toho de los años 60 y pone el MonsterVerse rumbo a la locura absoluta (como también hizo Daiei con su tortuga voladora gigante, Gamera, ya desde la segunda entrega de la saga). El espectáculo es colosal y las ocurrencias lo son aún más (Kong va incluso al dentista en esta ocasión). La dosis justa de humanos se añade a un generoso batido de confrontaciones entre titanes mastodónticos. Ya sólo falta Minilla para que el despiporre sea total. Ojalá siga la fiesta. Manu Castro @ManuCastroLSO (07/04/2024)    ...

  Un último asalto. Me lo he pasado pipa con cada nueva entrega del MonsterVerse de Legendary, incluso con “Godzilla: Rey de los Monstruos”, que me parece la más floja de todas. Lo cierto es que vivimos tiempos maravillosos para el cine de monstruos gigantes. Por primera vez desde el nacimiento del género, ya sea el Kaiju Eiga o su vertiente occidental, la tecnología es capaz de respaldar con contundencia todas las locuras imaginables en este tipo de cintas. En este sentido, “Godzilla vs. Kong” es un prodigio audiovisual atronador y rotundamente espectacular. Adam Wingard recoge todo lo bueno...