El mal tiene sus formas de ganar. Los abogados (sobre todo los defensores) y el diablo siempre han estado muy unidos, y en la película de Taylor Hackford lo están mucho más. Kevin Lomax (Keanu Reeves) es un despiadado letrado capaz de dejar a un pederasta en la calle con tal de ganar un caso y mantener intacta su reputación. Por supuesto, Satanás no es ajeno a semejantes méritos y lo ficha para su equipo de desalmados juristas. Lomax y su mujer se verán inmersos en una vida de lujos y excesos que esconden una sombría y aterradora...

  Puedes ganar o perder. Utilizando todo su talento y su pericia técnica en la realización, Oliver Stone nos lleva a ras de hierva para mostrarnos el mundo y los partidos de fútbol americano como nunca antes habíamos visto. Los numerosos encuentros que salpican la película son técnicamente impresionantes. El sonido y la situación de la cámara nos sumergen dentro del juego y nos hace sentir como un jugador más del equipo. A nivel narrativo la película trata fundamentalmente de los entresijos que preceden a los partidos, la relación dueño-entrenador-jugador y las demás añadiduras comerciales que desvirtúan la esencia...