El Árbol de la Vida (2011)

 

La esencia del todo.

Malick (“Malas Tierras”, “Días del Cielo”, “La Delgada Línea Roja”, “El Nuevo Mundo”) tiende ante nosotros un críptico tratado sobre la fe, una propuesta confusa y arriesgada que desemboca en un intrincado mosaico sobre los recuerdos y las dudas infantiles de un hombre enfrentado con sus creencias. Más allá del diseño de ese Cielo New Age de manual y la espiritualidad de anuncio de colonia que a veces roza lo ridículo, “El Árbol de la Vida” se eleva por encima de sus numerosos defectos para ofrecernos un esplendoroso retrato familiar, conmovedora narración de las alegrías y las miserias de una familia de clase media americana de los años 50.

La astronómica elipsis temporal que configura, en cierta medida, esta propuesta, articula la narración de toda la historia de la existencia desde una perspectiva que exalta la grandilocuencia de la creación y se muestra ensimismada ante la grandeza del cosmos. Tan sólo cuando la innecesariamente rebuscada trama posa decididamente sus ojos sobre el microcosmos humano y familiar, podemos conectar con una historia que encierra muchas bondades detrás de ese enigmático telón que Malick arroja sobre su película. Lo cierto es que resulta demasiado sencillo desubicarse durante el visionado de esta obra si no atendemos debidamente al alto nivel de exigencia intelectual de la propuesta. Algunos se habrán acordado de aquel tramposo trailer de la cinta mientras contemplaban atónitos las secuencias de los dinosaurios…

Terrence Malick no trata de convencernos de la existencia de Dios, ni pretende inculcar en la audiencia ningún credo, tan sólo abre una puerta a la fe, cruzarla, o no, es decisión nuestra. “El Árbol de la Vida” nos acerca la religión y la espiritualidad desde una honestidad absoluta, sin fanatismos, sin el afán de convencer, tan sólo con la intención de sembrar la esperanza en un mundo plagado de cínicos que cada vez reflexiona menos acerca del verdadero sentido de la vida.

Es innegable que Malick ha pretendido lograr la trascendencia con un título al que podemos perdonar cierta deriva hacia una pretenciosidad que ya asomaba en los fotogramas de “El Nuevo Mundo”, algo que acerca su obra al “2001: Una Odisea del Espacio” de su admirado Kubrick. Malick parece empeñado en separar este poema visual y sonoro del público masivo, consciente de que, tristemente, algunos no entenderán nada de nada en su puñetera vida. Otros, en cambio, sufrirán un síndrome de Stendhal gafapastil visionando esta obra. El resto pasaremos un rato agradable disfrutando de un montaje excepcional, una banda sonora sublime, una fotografía preciosa y unas interpretaciones cautivadoras (sobre todo Jessica Chastain). No es la obra maestra pretendida, pero es una gran película.

Manu Castro
@ManuCastroLSO
(16-09-2011)

 

 

Título Original: The Tree of Life | Género: Drama | Nacionalidad: USA | Director: Terrence Malick | Actores: Brad Pitt, Sean Penn, Jessica Chastain | Productor: Nigel Ashcroft, Greg Eliason, Dede Gardner | Guión: Terrence Malick | Fotografía: Emmanuel Lubezki | Música: Alexandre Desplat | Montaje: Hank Corwin, Jay Rabinowitz, Daniel Rezende

 

Sinopsis: La película sigue el viaje de la vida del hijo mayor de una familia de clase media de los años 50, Jack, desde la inocencia de su infancia hasta la desilusión de sus años como adulto mientras trata de reconciliar la complicada relación que tiene con su padre (Brad Pitt). Jack (interpretado por Sean Penn en su edad adulta) se ve un alma perdida en un mundo moderno, buscando respuestas a los orígenes y al sentido de la vida mientras se cuestiona la existencia de la fe.

 

 

 

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