Al Filo del Infierno (1987)

 

En busca de inspiración.

Los Tritonz, un grupo de hair metal canadiense, se dirigen en furgoneta (durante unos larguísimos créditos iniciales) a una apartada granja. Allí, alejados de cualquier distracción, van a grabar su último disco. A este bucólico retiro también acuden sus novias y el manager del conjunto. Al principio todo parece ir sobre ruedas. La inspiración fluye, las nuevas canciones suenan bien y los muchachos tienen tiempo para algo de cerveza y folleteo entre grabaciones. Pero entonces comienzan a suceder una serie de extraños acontecimientos. La tranquilidad del campo se torna en violenta pesadilla una vez que hacen acto de presencia unos horribles y peculiares monstruitos (que son capaces de adoptar la forma que deseen, incluida la de los jóvenes incautos). Por cierto, durante el prólogo, antes de conocer a la banda, vemos como un ama de casa es devorada por su horno… La película empieza fuerte.

Los esbirros de Satán han venido a joder, y matar. De nuevo Jon Mikl Thor se zambulle en una verbena la hostia de lisérgica (tras protagonizar la venganza vudú de “Zombie Nightmare“). Suyos son el guión y la música de este festival de pectorales, tetas y rock ‘n’ roll. También hace las veces de productor. Artista total el cantante de gladiator rock, glam metal y culturista canadiense, apodado “The Rock Warrior“, cuya biografía oficial es pura poesía: “…sus inspirados himnos metaleros, tan poderosos como el martillo encantado Mjolnir, hacen temblar los mismos salones del Valhalla“. El tipo no dirige la película de puñetera casualidad, trabajo que recae en las manos de John Fasano, reputado script doctor que pulió los guiones de numerosos blockbusters de los noventa. Pero, volvamos a esa granja… “Al Filo del Infierno“ (el título español, directo al grano).

¡Larga vida al hair metal! Por pantalla transitan personalidades del calibre de Jillian Peri, Teresa Simpson, Frank Dietz, Lara Daans y Deedee O’Malley. Tranquilos, yo tampoco conozco a esta gente; básicamente son las víctimas propiciatorias para unas marionetas de látex con capacidad mimética. La película tiene una duración de apenas 75 minutos, aunque se hace algo pedregosa. El metraje incluye dos temas musicales completos que se pulen otros 8 minutos de cinta. Entre medias nos encontramos con un festival de diálogos absurdos, situaciones ilógicas y un desarrollo de la acción entre mediocre y cagarrútico. El guión es de los que rascan fuerte cuando te limpias el ojete con sus páginas. Pero no importa, porque este engendro Z contiene un desenlace que corta el pis de cuajo (expresión esta que no uso en demasiadas ocasiones). Ese incalificable giro final, obra de un genio de la dramaturgia, os dejará con el culo torcido…

¡Hola, soy Belcebú y esto es “Jackass“! El convencional, aburrido y cutrón slasher de serie B que estábamos visionando, con desidia y algún bostezo, se convierte, a diez minutos para el final, en un fiestón inolvidable donde los pectorales aceitosos y la sobredosis de laca de Thor revelan su verdadera identidad. Spoilers gordos de cojones. El cachas es en realidad el arcángel Tritón y los miembros de su grupo eran ilusiones creadas por él mismo para mantener ocupados a los machacas del maligno. Cara de polla se le queda a Don Diablo al descubrirse el pastel. Lógicamente, el ángel caído desata su ira contra el musculoso heraldo del bien y su tanga de cuero y púas. La batalla final es colosal, e incluye unas estrellas ninja de mar que se adhieren al pecho de nuestro héroe, hiriéndole de gravedad. La confrontación concluye con un intercambio de puñetazos y una serie de llaves de lucha que dejan al “Bailar Pegados“ de Sergio Dalma en un ligero achuchón.

Manu Castro
@ManuCastroLSO
(08-12-2019)

 

• Lo mejor: El giro final es droga pura.
• Lo peor: Si no te va el trash, no lo intentes.

 

¿Sabías que…? La producción de la película comenzó en 1986 con un presupuesto aproximado de 100.000 dólares. El rodaje tuvo lugar a las afueras de Vancouver y apenas duró siete días, tres menos de lo proyectado en un principio debido a la muerte de un familiar de uno de los miembros del equipo. La cinta, titulada en origen “The Edge of Hell“, se distribuyó directamente en vídeo como “Rock ‘n’ Roll Nightmare“, quizá para aprovechar el tirón comercial del anterior film de Jon Mikl Thor, “Zombie Nightmare“. Hoy día es considerada una película de culto por los cinéfagos más enfermeros. En 2005 se estrenó una secuela titulada “Intercessor: Another Rock ‘n’ Roll Nightmare“.

 

 

Título Original: Rock ‘n’ Roll Nightmare | Género: Terror | Nacionalidad: Canadá | Director: John Fasano | Actores: Jon Mikl Thor, Jillian Peri, Frank Dietz | Productor: Cynthia Cirile, Jerry Landesman, Jon Mikl Thor | Guión: Jon Mikl Thor | Fotografía: Mark Mackay | Música: Jon Mikl Thor | Montaje: Robert Williams

 

Sinopsis: John Triton es el cantante de la banda metalera The Tritonz. El grupo se retira a una casa en Canadá para grabar su próximo álbum, pero existen fuerzas demoníacas en la casa que atacan a los músicos y sus novias.

 

 

 

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