La Matanza de Texas 2 (1986)

 

En las entrañas de Texas.

Nada menos que doce años tardó Tobe Hooper en convertir en franquicia el enorme éxito cosechado con “La Matanza de Texas” en 1974, y lo hizo en el marco de un acuerdo que el realizador de Austin suscribió con la infame Cannon Films. Hopper se había comprometido a dirigir y producir un paquete de films de terror y ciencia-ficción para la productora más trash de los ochenta, todos ellos con presupuestos bastante holgados (para el nivel de Cannon). La primera película surgida de esta colaboración fue la maravillosa “Fuerza Vital” (1985). Después vendría “Invasores de Marte” (1986), remake del film dirigido por William Cameron Menzies en 1953. Ambos títulos se estrellaron con estrépito en la taquilla, por lo que las esperanzas de todos, en especial las de los productores Yoram Globus y Menahem Golan, se depositaron en la secuela de una de las películas de terror más celebradas y rentables de la historia del cine. Forzado por los malos resultados económicos de los dos filmes anteriores, que seguramente devinieron en presiones por parte de los mandamases de Cannon, Hopper se puso al frente de un proyecto que en principio sólo iba a producir. Y he aquí el elemento clave de toda esta aventura, porque una de las condiciones (quizá la única) que puso el bueno de Tobe para asumir la dirección de una nueva masacre, consistía en introducir un componente cómico en la trama…

Pagaría por ver las caras de Globus y Golan cuando Tobe Hopper, con sus dos cojonazos y L. M. Kit Carson (guionista también de la emblemática “Paris, Texas”) al lado, les mostró el primer montaje de “La Matanza de Texas 2”. Aquello estaba a mil jodidas millas del slasher sanguinolento, ultra violento y terrorífico que esperaban los primos de la Cannon. Por el contrario, los israelíes se encontraron con una comedia disparatada, un film hilarante, repleto de situaciones absurdas que desmontaban la mitología macabra del film original. “Está bien, Tobe; una broma divertida, pero ahora pon la película de verdad…” Pues era esa. Gloria eterna al realizador de “Trampa Mortal” y al harakiri cinematográfico más osado de la década de los ochenta. La primera secuencia marca el tono de toda la película. Dos pijolindos circulan a toda velocidad por las carreteras tejanas a bordo de un coche deportivo. Para aumentar la diversión, demostrando de paso lo gilipollas que son, comienzan a llamar a una emisora de radio local. Entre chistes e insultos, consiguen sacar de quicio a Stretch (Caroline Williams), la presentadora del programa musical que se está emitiendo en ese momento. Quiere la providencia que, justo cuando la pareja de idiotas efectúa la enésima llamada de la noche, una camioneta destartalada salga a su paso. Una sierra mecánica arranca y hace de las suyas. Cara de Cuero y su familia de pirados, los Sawyer, no demoran demasiado su aparición. Apenas unos minutos y el gore desatado y brutal ya ha hecho acto de presencia (cortesía de Tom Savini).

Una muerte en directo (de hecho, dos). El crimen queda grabado. Lo que en principio parecía una broma macabra, se revela como un escalofriante doble asesinato. Otro más, porque las autoridades tejanas, incapaces de resolver los muchos crímenes que se han ido sucediendo a lo largo de los años en el Estado de la estrella solitaria –que apuntan a un grupo organizado de psicópatas–, toman la decisión de silenciar todo el tinglado. Pero hay un Ranger de Texas, uno con una implicación muy personal en el caso, que no tiene intención alguna de dejar pasar el asunto. Se trata de Lefty Enright, el tío de Sally Hardesty, la superviviente de la película original, la misma que vio como los Sawyer masacraban a sus amigos. Lefty (interpretado por Dennis Hopper, que construye un personaje memorable) lleva catorce años tratando de dar caza a la familia de caníbales. El tipo vive obsesionado con una contundente venganza de ira irrefrenable. Ligeros spoilers a partir de aquí. Cuando Bubba (Cara de Cuero para los colegas) y Chop Top (Bill Moseley en plan puto loco) secuestran a la locutora –cuidado con la escena del asalto a la estación de radio que es pura crema–, Lefty tiene la oportunidad de ir por ellos, y lo hará a saco-paco (armado con motosierras de todos los tamaños). Tras rastrearlos hasta una especie de parque temático abandonado, comienza la verbena. Allí se ocultan los antropófagos, en unas galerías subterráneas que suponen el culmen de una chaladura deliciosa. El cabronazo y los psicópatas se verán las caras bajo tierra.

Leatherface enamorado, una lucha de motosierras… esta película era carnaza de culto desde el primer minuto tras su estreno. A todo esto le añadimos la icónica figura de ese vengador trastornado con sombrero de cowboy y el rotundo fracaso en taquilla. Hay quien la considera un clamoroso insulto a la primera parte, y puede que lo sea, porque su intención transgresora es una meada contra todo lo que la peña transforma en divino e intocable a fuerza de idolatría malsana. Hopper demuestra que nada es sagrado y que la (su) creatividad es pura locura. En las cavernas tejanas asistimos a la inmolación de un cineasta que se atrevió a hacer lo que le dio la puta gana. Más canibalismo y una concepción argumental lisérgica, se unen para confeccionar uno de los proyectos más bizarros, ya no sólo de los ochenta, sino de todos los tiempos. Al final, se trata de un film irrepetible que sobrevivió a múltiples retoques de guión y montajes, a las presiones de la productora Cannon (que redujo su presupuesto varias veces) y a la contundente colisión con un público que esperaba algo diametralmente opuesto. Resulta obvio que esta movida no es apta para todo el mundo, pero es una fiesta pistonuda para aquellos que abracen sin reservas tan peculiar propuesta; una barbacoa tejana para chuparse los dedos.

Manu Castro
@ManuCastroLSO
(29-01-2004)

 

• Lo mejor: Stretch meneando la motosierra.
• Lo peor: Odiarla por ser diferente.

 

¿Sabías que…? La película también se titula en España “Masacre en Texas 2”. Hooper le ofreció a Gunnar Hansen volver a interpretar el papel de Leatherface en esta cinta, pero el actor no aceptó. Del elenco original tan sólo repite Jim Siedow (el cocinero Drayton Sawyer). El afiche de la película donde aparecen los miembros de la familia es una parodia de “El Club de los Cinco” (1985).

 

 

Título Original: The Texas Chainsaw Massacre 2 | Género: Terror | Nacionalidad: USA | Director: Tobe Hooper | Actores: Dennis Hopper, Caroline Williams, Jim Siedow | Productor: Yoram Globus, Menahem Golan | Guión: Kim Henkel, Tobe Hooper, L.M. Kit Carson | Fotografía: Richard Kooris | Música: Tobe Hooper, Jerry Lambert | Montaje: Alain Jakubowicz

 

Sinopsis: Del director de la original “La Matanza de Texas”, llega esta secuela atroz e hilarante que desciende hasta tus miedos más profundos y oscuros de la mano de un ex agente chiflado que, con su propia moto-sierra de gran potencia, anda a la caza de los descuartizadores llegando a un enfrentamiento final con el legendario Leatherface (Cara de Cuero) y toda su familia caníbal.

Durante 14 años, el anteriormente Ranger tejano Lefty Enright, interpretado por Dennis Hopper, candidato al Oscar como Mejor Actor Secundario en 1986 por “Hoosiers”, ha estado obsesionado por encontrar a los psicóticos asesinos en serie que mataron a los hijos de su hermano. Y hoy es su día de suerte. Una dura disc-jockey nocturna –Caroline Williams, “Days of Thunder (Días de Trueno)”– ha registrado a los necrófagos en cinta magnetofónica mientras descuartizaban y rebanaban a una pareja de niños ricos. Cuando ella se ofrece a ayudarle, Lefty la persuade de reproducir la cinta para tentar a los maníacos a que salgan de su escondite. Pero lo que ella no sabe es que es el único testigo de las perversiones de esta familia que sigue vivo… todavía.

 

 

 

 

 

 

 

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