God of War (2018)

 

Las historias son para la barca.

A muchos kilómetros de su Esparta natal, en el inhóspito norte del continente europeo, Kratos ha encontrado un hogar. Atrás quedan el fulgor de las batallas y la violencia de la guerra. Su venganza contra los dioses olímpicos es un oscuro y lejano recuerdo en la memoria del guerrero. Ahora tiene una nueva familia, aunque la tragedia le sigue los pasos hasta tan remotas tierras. El inesperado fallecimiento de su mujer, obliga al antiguo Dios de la Guerra a criar en solitario a su joven hijo Atreus. Con el fin de cumplir el último deseo de su malograda esposa, ambos inician un peligroso viaje para depositar sus cenizas en la cumbre más alta de los nueve reinos. El periplo se inicia en Midgard, el reino de los mortales, una tierra rica y fértil repleta de seres y criaturas de todo tipo. En su centro se encuentra el gran Árbol del Mundo, Yggdrasil, cuyas raíces y ramas conectan y mantienen unidos todos los reinos: Asgard, Midgard, Helheim, Niflheim, Muspellheim, Svartalfheim, Alfheim, Vanaheim y Jötunheim. La exploración de Midgard nos revela la existencia de múltiples enemigos y unos pocos aliados. Entre estos últimos se encuentran los hábiles herreros enanos conocidos como los hermanos Huldra, Sindri y Brok, encargados de forjar el martillo Mjölnir, el arma predilecta del Dios del Trueno, Thor. También contamos con los valiosos consejos (y los interesantes relatos) de Mímir, el guardián de las fuentes de la sabiduría, y la inestimable ayuda de la diosa Freya. Armados con la poderosa hacha Leviathan y la protección de un robusto escudo, encaramos el reto que se nos ha encomendado, para descubrir que los dioses æsir son tan beligerantes, vengativos y cabrones como sus homólogos del monte Olimpo.

SCEA Santa Monica Studio transforma la mitología nórdica en el impecable y maravilloso trasfondo de las nuevas aventuras de Kratos. La llegada de la saga “God of War” a la PlayStation 4 viene acompañada de un alarde técnico y narrativo que convierte este título en una experiencia que roza la perfección. A través de una trama que fluctúa con habilidad entre la intimidad de la relación paterno-filial de sus dos protagonistas y la épica inherente a un enfrentamiento con los acólitos de Odín, nos sumergimos en un relato emocionante, capaz de mantenernos en vilo gracias a su profundidad, sus múltiples matices y la soberbia construcción de todos los personajes. El desarrollo de los acontecimientos, las etapas del viaje, el crecimiento personal de Kratos (como padre), las tribulaciones de Atreus… Cada pequeño peldaño de la narración es un motivo más para continuar el camino con interés renovado. Y luego están las hostias, porque esto es un “God of War” en toda regla, saturado de engendros que descuartizar y monstruos a los que aniquilar de la forma más sangrienta posible. El sistema de combate se ha rediseñado por completo, convirtiendo las peleas en luchas algo más tácticas. Ahora no podemos saltar, pero no importa. El hacha, fundamental en muchas mecánicas de juego, viene y va, decapitando cabezas, cercenando miembros. El escudo es un muro que repele ataques y los devuelve, otra herramienta poderosa a nuestra disposición. Atreus nos ayuda con su arco, y nos ayuda bien. Juntos, padre e hijo, forman una pareja letal. Durante el juego iremos optimizando nuestro equipo. Armas y armaduras son susceptibles de mejora, al igual que la salud y la ira de Kratos. Subir de nivel también nos permite aprender nuevas habilidades.

Cámara a la espalda; visión panorámica. Cory Barlog, director del juego, ha comparado este cambio de perspectiva con el realizado hace años en la franquicia “Resident Evil” (en el formidable “Resident Evil 4”), que supuso toda una revolución. Las novedades le sientan de fábula a esta entrega. La evolución del concepto tradicional de hack and slash es evidente. Atrás queda la linealidad de producciones anteriores, que en este título da paso a un mundo semi-abierto que va descubriendo sus (muchos) secretos poco a poco, invitando al jugador a iniciar una ligera exploración; un componente hasta ahora inexistente en la franquicia, que nos llevará a descubrir entornos capaces de dejarnos boquiabiertos. Por supuesto, la acción y la violencia se apoderan del juego desde el principio, transformando la experiencia en un verdadero vendaval una vez superado su ecuador. La segunda mitad del juego desata todas las bondades de una propuesta salvaje, generosa en enemigos, colosales jefes finales y enfrentamientos capaces de hacer temblar los cimientos del mismísimo Asgard. El contenido adicional, las misiones secundarias y los múltiples desafíos y retos que nos propone este nuevo “God of War”, aumentan la escala de una epopeya que puede alcanzar sin problemas las 35 horas de duración. Lo más curioso es que, a pesar de la ingente cantidad de posibilidades que nos ofrece el juego, persiste la sensación de estar ante un soberbio anticipo de todo lo que puede dar de sí esta incursión en las entrañas de la mitología nórdica. Kratos ha dejado su huella en la nieve de manera contundente, y el blanco le sienta fenomenal.

Manu Castro
@ManuCastroLSO
(05-06-2018)

 

• Lo mejor: El alarde técnico y visual al servicio de una historia maravillosa.
• Lo peor: El sistema de botín se desajusta en la parte final del juego.

 

 

Título Original: God of War | Género: Acción / Aventuras / Fantástico | Nacionalidad: USA | Director: Cory Barlog | Actores: Christopher Judge, Sunny Suljic, Jeremy Davies | Productor: Ariel Angelotti, Dustin Dobson, Hannah Foell | Guión: Matthew Sophos, Richard Zangrande Gaubert, Cory Barlog | Música: Bear McCreary | Plataforma: PlayStation4 | Desarrollador: SCEA Santa Monica Studios

 

Sinopsis: Adéntrate en una aventura compleja y desconocida en la que explorarás una versión alternativa de una historia clásica. Únete a Kratos en un profundo viaje de reflexión, crecimiento, violencia y el deseo de convertirse en un hombre mejor por su hijo. En un mundo de monstruos, dragones y dioses, el peso de la responsabilidad recae sobre tus hombros.

 

 

 

 

 

 

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